Por qué escribir...
Lia Mota
Ese juego se llamaba Isla Desierta y consistía en imaginarse en una isla desierta solo, solísimo, sin nadie a muchos kilómetros alrededor y preguntarse si allí, donde nadie le leería, él tomaría un palo y escribiría sobre la arena.
Tardo mucho tiempo en darse cuenta de que su respuesta era sí.
Que aún sabiendo que nadie le leería, él, Charles Bukowski, Henry Chinaski tomaría un palo y comenzaría a escribir.
Andaba pensando que a nosotros no nos ha costado tanto.
Que nosotros ya tenemos nuestro palo y tenemos nuestra arena.
Un besito
Lia.
Os dejo el poema de Buk que al final encontré, espero que os guste...
Garras del paraiso
Mariposa de madera
sonrisa de bicarbonato
mosca de serrín…
me gusta mi barriga
y el tipo de la tienda de vinos
me llama
“Señor Schlitz”
los cajeros del hipódromo
gritan
“¡EL POETA SABE!”
cuando cobro mis apuestas.
Las damas
que entran y salen de la cama
dicen que me aman
cuando pasa a su lado con blancos pies mojados.
Albatros con ojos borrachos,
calzoncillos sucios de popeye
chinches de París,
he salvado las barricadas
he dominado
el automóvil
la resaca
las lagrimas
pero conozco
el destino final
como cualquier colegial que ve
cómo el tráfico aplasta
al gato al pasar.
Mi cráneo tiene una hendidura de
pulgada y media justo en la
bóveda.
la mayor parte de mis dientes está
delante,
me mareo a oleadas en los supermercados
escupo sangre cuando bebo
whisky
y me entra una pena
que llega a hacerse
dolor
cuando pienso en todas las
buenas mujeres que he conocido
y que se han diluido
desvanecido
entre trivialidades:
viajes a Pasadera,
picnics con los niños,
tapones de pasta de dientes
por el desagüe.
No hay nada que hacer
sino beber
apostar a los caballos
apostar a los poemas
cuando las jovencitas
se hacen mujeres
y las ametralladoras
apuntan hacia mí
agachado
tras muros más delgados
que los párpados
no hay más defensa
que todos los errores
cometidos
entretanto
me ducho
contesto al teléfono
hago huevos duros
estudio el movimiento y el deterioro
y me siento tan bien
como cualquiera
mientras paseo al sol.
(Peleando a la contra)



